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Son muchas las ocasiones en las que nuestra voz se puede volver ronca o más rasgada, e incluso sentimos que ya no “suena” igual que antes. A veces, la garganta se irrita, nos duele o amanece cansada (sequedad, escozor, tos o picor); tenemos sensación de falta de aire al hablar, haciendo grandes esfuerzos para producir sonidos, o aparece tensión en la musculatura de nuestro cuello al querer expresar un mensaje.

El lenguaje verbal es algo tan personal e importante que nos hace único, auténticos y, en definitiva, ser nosotros mismos. Por eso, cuidar nuestra voz es muy importante, no solo en nuestro día a día, sino para establecer relaciones personales.

Prestarle atención diariamente nos ayudará a prevenir enfermedades asociadas y preservar la salud de nuestro organismo.

¿Cuáles son los factores de riesgo que pueden generar un trastorno en la voz?

• Mal uso y abuso vocal:

  · Mala coordinación de la respiración y la voz
  · Gritar sin control o de manera continuada
  · Hablar en exceso o en contextos ruidosos
  · Profesionales que usan su voz como herramienta de trabajo
  

• Permanecer continuamente en ambientes con contaminación atmosférica (humo, tóxicos, productos de limpieza irritantes para la garganta, etc.)


• Malos hábitos:

  · Abuso de alcohol
  · Ingerir alimentos y bebidas muy frías o muy calientes
  · Carraspeo continuo
  

• Otros factores de riesgo:

  · Enfermedades del tracto digestivo (ardores, acidez continuada...)
  · Infecciones y virus
  · Tumores
  · Cirugías y enfermedades que implican parálisis de las cuerdas vocales
  · Trastornos neurológicos (espasticidad, enfermedades neurodegenerativas, ACV...)
  

¿Cuáles son los trastornos de la voz más comunes?

En general, la mayoría de los trastornos de la voz se clasifican en afonías (pérdida total de la voz) y disfonías (pérdida parcial de la voz por un trastorno funcional u orgánico). Además, el exceso del uso de la voz suele general atologías como nódulos en las cuerdas vocales, pólipos o edemas, entre otros.

La disfonía funcional se produce por un mal uso de las cuerdas vocales, es decir, un inadecuado uso de la emisión de la voz, pero sin afectación de ningún órgano laríngeo.
La disfonía espasmódica afecta a los músculos laríngeos, lo que genera un trastorno crónico de la fonación, originado por una alteración neurológica a nivel central.
La disfonía infantil puede aparecer por llantos exacerbados en el recién nacido, así como por anomalías congénitas laríngeas o lesiones neurológicas. En la infancia, suele relacionarse con procesos respiratorios infecciosos o abuso vocal.
La disfonía orgánica se produce por una lesión anatómica de los órganos de la fonación.

¿Cómo puede ayudarte un logopeda si tienes alguna dificultad en la voz?

El logopeda será el profesional encargado de prevenir, diagnosticar y rehabilitar las alteraciones y trastornos de la voz, de manera que esta recupere su intensidad, tono y timbre originales.

Para conseguir este objetivo, se desarrollan diferentes técnicas relacionadas con:

• Aprendizaje y automatización de la respiración diafragmática
• Relajación de la musculatura laríngea en tensión
• Coordinación fono-respiratoria
• Impostación vocal
• Mejora de los parámetros acústicos
• Reeducación en un buen uso vocal y hábitos saludables

"Una actuación a tiempo es imprescindible para actuar sobre las posibles alteraciones".